Hablemos de nuestros granos...

El café arábigo es una verdadera joya de la naturaleza, cultivado en las regiones montañosas de climas subtropicales.  Sus granos, conocidos por la alta calidad excepcional, se distinguen por su suavidad, acidez equilibrada y aromas cautivadores.  

Nuestros granos de café arábigo son cultivados a altitudes óptimas, donde la combinación de suelo, clima y altitud produce un grano de calidad superior.  

Una vez cosechados, los granos de café arábigo son sometidos a un proceso de tueste artesanal.  El resultado es un café arábigo de aroma cautivador, sabor excepcional y cuerpo suave, que deleitará a los amantes del café más exigentes.

Cada grano es cultivado con esmero y pasión, desde su siembra hasta su recolección manual, asegurando que cada taza de café que servimos sea una expriencia innolvidable.